Disponible en un solo tamaño, el Banco Colomb tiene formas orgánicas y volúmenes redondeados que le confieren una presencia llamativa. La parte superior circular tiene sutiles protuberancias que rompen la simetría, creando una identidad única para la pieza. Las patas cilíndricas refuerzan su carácter escultural y lúdico, mientras que el tacto y la textura revelan sutiles irregularidades que resaltan el aspecto artesanal y sensorial del material. Versátil, puede utilizarse individualmente o en conjunto, creando composiciones dinámicas en distintos ambientes, desde el salón hasta el dormitorio.